Aún trabajaba en investigación y desarrollo cuando un cliente acudió a nosotros con una cápsula farmacéutica especial. Muy especial. No entraré en detalles de por qué la cápsula era tan especial y compleja, pero, casi 10 años después, sigue siendo el desafío de inspección visual más difícil al que nos hemos enfrentado.
Tardamos un año y medio y más de
30 000 horas de desarrollo en estar
listos para la primera batalla: el
experimento, Humano vs. máquina.
Al principio, pensé que nos preguntaban si las máquinas pueden inspeccionar lo invisible. Nuestros cerebros se aceleraron al ver la cápsula y teníamos miedo, como si la cápsula fuera un monstruo de un libro de fantasía. Este monstruo había derrotado algunas soluciones que teníamos ante nosotros. Eso era obvio. No bastaba con afilar las espadas para este monstruo, necesitábamos magia para combatirlo. E intentamos hacer magia. Tardamos un año y medio y más de 30 000 horas de desarrollo en estar listos para la primera batalla: el experimento, Humano vs. máquina.
EL EXPERIMENTO
Junto con el cliente tomamos 2 muestras de cada tipo de defecto enumerado en su POE, un total de 42 cápsulas defectuosas. Luego, marcamos las 42 muestras con marcador UV. El marcado UV es invisible para los humanos y para las máquinas con luz LED (como la que usamos), por lo que el marcado UV nos ayudó a evaluar el desempeño de la máquina y de las personas. Mezclamos las cápsulas marcadas en un lote de aproximadamente 200 000 cápsulas y las inspeccionamos en la máquina con magia, es decir, con el software recientemente desarrollado para esta tarea. Durante la inspección rezamos para que la máquina pudiera derrotar al monstruo, pero no interferimos en el proceso de ninguna manera. Después de que la máquina inspeccionara y clasificara las cápsulas, sellamos el contenedor con las cápsulas defectuosas. Devolvimos el contenedor directamente al equipo del cliente para su inspección manual. No se les informó sobre el experimento. Se les pidió que encontraran los defectos en el contenedor de acuerdo con su POE.
Este soy yo preparándome para El Experimento.
No se informó al equipo de inspección manual sobre
el experimento, solo
se les indicó que encontraran defectos en el
contenedor de acuerdo con su POE.
EL PÁNICO
Aproximadamente un mes después, recibimos los primeros comentarios del equipo de proyecto del cliente: «La inspección manual detectó algunos defectos en el contenedor que les enviamos. Verificamos sus hallazgos con luz ultravioleta. Solo hubo 6 defectos marcados con UV». Entramos en pánico: «¿Qué? ¿Solo encontraron seis?». Una explicación era que los defectos marcados con UV no se podían encontrar mediante la inspección manual porque nuestra máquina hizo un pésimo trabajo y clasificó los defectos marcados en contenedores para buenas cápsulas. La otra explicación era que se trataba de una inspección manual, por llamarlo de algún modo, a ciegas. Estábamos preocupados porque sabemos que una persona puede ser muy precisa y esperábamos que encontrara más defectos. ¿Sabía que los humanos podemos ver puntos negros de hasta 60 µm? Para comprender mejor lo pequeño que es, una persona casi puede distinguir una célula de la piel, ¡que tiene un tamaño de 30 µm! El problema es que, cuando una persona quiere inspeccionar algo muy de cerca, necesita concentrarse, lo que lleva tiempo, normalmente unos segundos para cada producto. Y estábamos preocupados porque el equipo de inspección manual no tenía presión de tiempo.
Diferentes tipos de defectos clasificados manualmente y listos para la validación de pruebas de la máquina de inspección automatizada.
Entramos en pánico: «¿Qué?
¿La inspección manual solo detectó seis
defectos
marcados con UV?»
EN LA OSCURIDAD
Evidentemente, el siguiente paso era comprobar dónde se encontraban el resto de los defectos marcados con UV. Empezamos a buscar defectos marcados en el contenido del contenedor de cápsulas, que fueron calificadas como buenas por la inspección manual, pero clasificadas como defectuosas por la máquina. Como necesitábamos encontrar pequeñas marcas UV, tuvimos que hacerlo en una habitación completamente oscura con luz UV. Yo estaba allí. El monstruo parecía mucho más grande en la oscuridad. Lo único que recuerdo es que no paraba de decir: ¡deben estar aquí, deben estar aquí! Y lo estaban. ¡Encontramos 35 defectos más marcados con UV! Esto significa que la máquina encontró 41 defectos marcados de los 42 introducidos en el lote. La máquina solo omitió un defecto, que se clasificó como defecto menor. La magia funcionó. Por otro lado, la inspección manual encontró solo 6 de 41 defectos en el contenedor y pasó por alto algunos de los defectos críticos. De repente, el pánico llegó del lado del cliente: «¿Sirve para algo la inspección manual?»
La inspección manual se llevó a cabo en una máquina «semiautomática» con cinta transportadora y luz adicional. La inspección y la clasificación se realizaron manualmente.
De repente, cundió el pánico
por parte del cliente: «¿Sirve para
algo la inspección
manual?»
LA CONFIANZA
Mostrar lo que la inspección manual puede o no detectar con esta cápsula especial no era el objetivo del experimento. El objetivo era que el cliente confiara en las máquinas de inspección automática y lo conseguimos. Sin embargo, no debemos generalizar los resultados de este experimento a todos los productos y máquinas. No todas las máquinas de inspección funcionan con la misma fiabilidad y ni siquiera hablamos de falsos rechazos (productos buenos clasificados como defectuosos), lo que provoca pérdidas comerciales directas.
Tome decisiones de inversión basadas en
cifras reales y no en datos que se encuentran en folletos
de ventas
Por eso, unas cuantas pruebas le ayudarán a comprender las máquinas complejas y a ganar confianza en ellas. En este documento técnico, Sensum ha descrito más detalladamente las dificultades de invertir en máquinas. El artículo se centra en las máquinas de inspección, pero no es difícil establecer paralelismos con cualquier otra inversión. Mi consejo es tomar decisiones de inversión basándose en cifras reales y no en datos que se encuentran en folletos de ventas.
Este artículo fue publicado originalmente por el doctor Miha Možina, en uno de sus artículos en LinkedIn:
– https://www.linkedin.com/pulse/experiment-human-vs-machine-miha-mozina-phd/
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